Ayer, 15 de junio de 2017, fue el día elegido para presentar un proyecto que llevaba algún tiempo cociéndose.
A pesar del calor, a las 19 horas, en un enclave único de la provincia de Castellón, Les Coves de Sant Josep, Gema Teodoro Baldó presentaba la primera edición en papel de su revista Descubre Castellón, sin dudarlo, una guía para descubrir la provincia de Castellón como nunca antes nos la habían enseñado.
Foto de Teresa Miralles de GastroCastelló
Esta revista no hubiera visto la luz sin el trabajo en equipode los grandes talentos que han trabajado en ella, y que tenemos en la provincia de Castellón, sin duda, una habilidad que han demostrado en este ejemplar.
Nos muestra rutas, qué comer, donde relejarnos, etc. A priori parece lo de siempre, hasta que «descubres» la visión única de cada reportaje, y entre ellos, nos llevamos otra grata sorpresa, un paseo por el parque litoral de la Playa del Pinar de Castellón escrito por Rubén A. Delicado de Origen Paisajismo, que nos muestra su particular visión del paisaje y de este entorno.
Reportaje Playa Pinar Castellón por Origen Paisajismo
Dentro de la revista encontramos muy buenos reportages, y sobre todo, grandes talentos a descubrir, pero a Gema y a Rubén queríamos hacerles llegar nuestra más sincera ENHORABUENA.
A ellos los hemos visto crecer como profesionales y como personas, y estamos muy orgullosas del trabajo que están haciendo.
Ellos descubrieron su pasión y sus talentos, los pusieron a trabajar para conseguir sus objetivos, que con mucha constancia, esfuerzo y sacrificio están sacando adelante.
El otro día conversábamos con una colega de profesión sobre la importancia de detectar en las entrevistas de trabajo la motivación que poseen los candidatos hacia aquello a lo que se dedican. Para nosotras es importante captar este aspecto o, al menos, intentarlo.
El mundo necesita …
Existe un momento durante una entrevista en que le pides a esa persona que te explique en qué consistía su anterior trabajo o qué le gustaba de él. Y rápidamente, ante una pregunta tan sencilla como esa, ves cómo les cambia el gesto, muchos parece que se relajen y algunos hasta sonríen, como si pensaran: “hablar de lo que me gusta hacer: fácil!”. Al responder, la persona a la que le motiva lo que hace, vibra detallando tareas, repasando procesos, enumerando gestiones y responsabilidades,… Personalmente, para nosotras como entrevistadoras, es maravilloso cuando se produce este momento, y es una de esas cosas que nos enganchó de nuestro trabajo: presenciar la pasión, presenciar a esa otra persona en su esencia. Es emocionante.
Independientemente de lo interesante de esta vivencia, nuestra finalidad como seleccionadoras sería detectar y captar para nuestras compañías a personas apasionadas de lo que hacen. Para nosotras, la importancia de este hecho radica en dos motivos:
1-Creemos firmemente que nadie puede ser brillante en algo que no le apasione, y en las organizaciones quieren contar con los mejores profesionales.
2-Hemos experimentado los beneficios de trabajar en entornos en los que la gente disfruta lo que hace. Esto genera un clima laboral infinitamente más positivo (y esto, a su vez, redunda también en mejores resultados).
En cuanto al primero de estos motivos, el razonamiento de porque no podemos ser verdaderamente buenos en algo que no nos apasiona. Es muy sencillo, si partimos de la idea de que la motivación es el motor de todo aprendizaje y que mentes privilegiadas hay solo cuatro, estaremos de acuerdo que no es fácil que persistamos (informándonos, formándonos, acumulando pericia) en áreas que no nos motiven y, sin un determinado grado de dedicación, es difícil que lleguemos a dominar un campo como para ser verdaderamente buenos en él. El apasionamiento, en este caso, puede marcar la diferencia entre ser un profesional correcto y ser brillante.
En cuanto al segundo motivo, simplemente cabe pararnos a pensar en aquello que verdaderamente nos gusta hacer, bien se trate de nuestro trabajo (enhorabuena, en este caso) o de aquellas cosas que hacemos en nuestro tiempo libre por placer o hobbie; centrémonos en la experiencia de estar enfrascado en esas tareas, en cómo todo parece fluir y las horas se nos pasan volando. Es una sensación que todos tenemos en algunos momentos y apartados de nuestra vida. Para todos nosotros es una experiencia de disfrute, altamente deseable. ¿Os imagináis trabajar en un equipo en que sus miembros compartan esa misma vivencia en relación a las tareas y responsabilidades asignadas a su puesto? En este caso, el apasionamiento marca la diferencia entre tener una nómina y tener un trabajo. Además, una de las propiedades que tiene la verdadera pasión es que es contagiosa y pueden generarse sinergias altamente creativas y productivas.
Después de todo lo expuesto, y por si todavía no vemos claros los beneficios de la pasión en el campo profesional, repitamos el ejercicio anterior pero con un escenario totalmente distinto que a todos nos puede resultar familiar. Pensemos en una situación que, tristemente, abunda: la de aquellos que se pasan cada día 8 horas trabajando en algo que no les motiva, y esto durante semanas, meses y años… ¿qué pensamos a priori del desempeño de estos trabajadores en sus puestos? ¿y de su bienestar y satisfacción personal?.
Arder
Con todo, simplemente queríamos compartir con vosotros lo que pensamos acerca de otro aspecto de nuestro desempeño profesional, porque nos gusta la gente apasionada por lo que hace, la gente que arde, y porque intentamos detectarla y que sea captada por las organizaciones. Pero queríamos también con esta reflexión animaros a buscar aquello os apasione, o hacer que os apasione aquello que hacéis, buscar la chispa que encienda la llama, la cuestión es arder, ¿o no?
¿Qué opináis vosotros? ¿Ardéis en lo que hacéis? Estamos deseando oíros.
Si tuviéramos que resumir la película en un solo titular podríamos decir que En busca de la felicidad es una historia sobre el sueño americano. De hecho, en un par de ocasiones al inicio del film se hace referencia a la búsqueda de la felicidad recogida por Thomas Jefferson en la declaración de la Independencia de los Estados Unidos de América.
Si quisiéramos detallar un poco más, podríamos decir que es una película sobre las luces y las sombras de ese sueño americano pero, por encima de todo, es una película sobre la determinación.
El protagonista es Chris Gardner, un vendedor de aparejos médicos en la antesala de la época del esplendor yuppie de los años 80, a quien la situación económica y familiar se le complica y debe hacerse cargo en solitario de su hijo pequeño sin contar con un sustento mínimo.
Es la historia de la lucha de ese hombre, o debería decir de ese padre, por salir adelante y, además, rizar el rizo y convertirse, de la nada, en corredor de bolsa: sin cualificación, sin “enchufes”, sin apoyo moral ni económico de nadie, sin nada más que la fuerza de su determinación y su coraje.
Es una película emocionante por lo que cuenta y por cómo lo cuenta. Hay que decir que las actuaciones de Will Smith como padre y de su hijo (que también lo es en la vida real) son magníficas. Todo ello consigue que uno se identifique desde el minuto uno del film con la desesperación que produce la precariedad, máxime cuando tienes a alguien que depende de tí, y también con la cruzada personal que este hombre emprende. Su lucha se convierte, por momentos, en una carrera de obstáculos que el protagonista va venciendo uno tras otro gracias a su espíritu de superación, su voluntad de hierro, su esfuerzo incansable, su entereza y su fe en sí mismo. Vamos, lo que se dice un héroe.
La película se sigue con una mezcla de tensión y emoción contenidas que estallan en la escena final, por supuesto con happy end y moraleja. El sentido de la moraleja podría estar contenido en el consejo que el protagonista da a su hijo en la escena de la cancha de basket y que tan buena acogida ha tenido entre los emprendedores: “Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo, ni siquiera yo. Si tienes un sueño debes protegerlo. Si alguien no puede hacer algo te dirá que tú tampoco puedes. Si quieres algo, ve a por ello. Punto”.
«Si quieres algo, ve por ello y punto»
Hemos de decir que es una película que habíamos visto en un par de ocasiones hace algunos años pero que nos ha resultado especialmente emotiva cuando la hemos vuelto a ver en el actual contexto socioeconómico. Pese a que no deja de ser una ficción, la historia de Chris nos ha remitido a tantos héroes cotidianos, hombres y mujeres, que están sacando adelante a sus familias con su fortaleza como principal arma. El mensaje para todos ellos y para todos nosotros no es dramático ni victimista, todo lo contrario, es un canto al “tú puedes”.
No sé que pensaréis vosotros: ¿Habéis visto el film? ¿Qué opinión os merece el mensaje?
Esta semana, en nuestro inspirate, os proponemos una canción que nos levanta el ánimo, y nos recuerda que «todo lo que no hicimos, lo tenemos de pie justo enfrente de nosotros».
Everything You Didn’t Do
I will meet you in the city
When it’s lit up by the stars
In the moonlight we’re all pretty
‘Cause it papers over scars
Ever feel like you belong
To a story you ain’t heard?
Doesn’t matter if it’s your song
And you don’t know all the words
We should put up a sign
We are citizens of all you can see
We’ve got nothing but times
You’ll find everything you didn’t do
Everything you didn’t do
Is standing right in front of you
A euphoric combination
Of a thousand dirty hands
There’s no need for complication
On the shoulders we will stand
It’s a patient exploration
Where discovery is free
There’s no need for explanations
We exist where we can see
We should put up a sign
We are citizens of all you can see
We’ve got nothing but times
You’ll find everything you didn’t do
Everything you didn’t do
Is standing right in front of you
I don’t even know what to say about every little thing
Nos gustaría reflexionar con vosotros acerca de qué hacemos con nuestras vidas, y si ello nos acerca a conseguir nuestros objetivos. Nos inspiró la charla TED de Candy Chang ‘Before I die I want to …’, o ‘Antes de morir quiero…’ de la que os adjuntamos el enlace para que podáis disfrutarla.
Uno de los motivos que nos mueve es poder ayudar a la gente que nos rodea, y con esta reflexión creemos que, una buena forma de clarificar nuestra vida actual, es pensar sobre lo que nos gustaría hacer antes de morir.
No hay vida sin muerte, del mismo modo que no hay día sin noche, así que en vez de dejarnos arrastrar por la rutina del entorno y del día a día, pensemos en lo que realmente nos importa, aquello que realmente nos hace felices y nos llena de gratitud, aquello que hace que nuestra vida merezca la pena, nos dé esperanza para seguir adelante o nos permita seguir construyendo nuestros sueños.
¿Ya sabes qué quieres hacer antes de morir? Os dejamos nuestra pizarra para que la completéis…
¿Nunca os habéis preguntado si estáis haciendo lo que realmente os apasiona? ¿Os dedicáis profesionalmente a aquello para lo que habéis nacido? ¿Sentís vocación por lo que hacéis?
Según nos cuenta la R.A.E., vocación es la inclinación natural de una persona por un arte, una profesión o un determinado género de la vida.
Cuando hablamos de vocación me viene a la cabeza un buen cocinero, él elige libremente dedicar su vida a aprender nuevas recetas, a manejarse entre fogones, y hacer lo que realmente le apasiona: la cocina. Y ya no sólo por ellos, sino por la satisfacción que les produce ofrecer su trabajo a los demás.
Hablar de vocación y hacer lo que te apasiona, significa también hacer ciertos sacrificios, en el caso del cocinero, estar entre fogones mientras el resto está disfrutando de una deliciosa cena, por ejemplo, aunque cuando uno hace lo que le gusta, y disfruta con su trabajo, este deja de ser una obligación, para ser algo que da sentido a tu vida.
Deberíamos darle a la vocación la importancia que merece. Creemos, sinceramente, que si descubrimos para qué hemos nacido, profesionalmente hablando, si hacemos realmente lo que nos apasiona, si, en definitiva, descubrimos nuestra vocación, y trabajamos sobre ella desarrollando las habilidades necesarias para perfeccionar nuestro trabajo, entonces, seremos felices. Nos sentiremos plenos, y tendremos más posibilidades de alcanzar el éxito en aquello que queramos hacer con nuestra vida.
Vocación
“Cuando aquello que haces te provoca dar lo mejor de ti sin esperar recompensas, has encontrado tu vocación”