Queríamos haceros participes de la extraordinaria experiencia que vivimos el pasado sábado 6 de febrero, ya que tuvimos el placer de destapar la caja de talentos de un grupo de 50 internos del centro penitenciario Castellón II en Albocasser.
Centro penitenciario Castellón II
Los funcionarios técnicos del centro, nos esperaban para acompañarnos, guiarnos y contarnos el trabajo que hacen con los chicos; un gran trabajo, sin duda.
Este trimestre estaban trabajando, a petición de los propios internos del grupo de atención socio cultural, un tema que les preocupa, su Reinserción Social, y para concluirlo, confiaron en nuestro trabajo y nos llamaron para destapar el potencial de estos presos.
Pese a tener experiencia previa con colectivos en exclusión social, nada te prepara emocionalmente para traspasar los muros de la prisión. Muros tras los que conviven 1400 reclusos.
Una vez en el epicentro de la misma, la sensación fue la de estar en una pequeña ciudad, con sus propias normas de funcionamiento, aunque de sus muros y en los ojos de muchos presos, se veía y destilaba soledad e incomprensión.
Empezamos el taller, que adaptamos para la ocasión, pues queríamos que nos hicieran participes de sus inseguridades, miedos y temores, que no son pocos, a la hora de reinsertarse en el mercado laboral, y en la sociedad en general.
Nuestro mensaje para ellos fue que ya son únicos, que aprovechen el tiempo que tengan que estar allí para conocerse y ponerse en valor, para desarrollar sus habilidades, competencias y talentos, y para construir una actitud positiva que les permita extraer el mejor aprendizaje de cuanto les suceda, y en vez de contar los días, hacer que sus días cuenten
Talentos en la adversidad
También les dijimos que éramos conscientes que la vuelta a la libertad sería difícil, pues mucha gente está llena de prejuicios, pero debían recordar que cuando salgan ya habrán cumplido su deuda con la sociedad, y que es de ellos de quien dependerá ganarse la confianza de nuevo.
Ya casi al final del taller, les propusimos destapar su caja de talentos. Fue curioso ver como todos se acercaban con miedo, y miraban al interior casi como de reojo, como si lo que fueran a encontrar pudiera hacerles daño. Sus reacciones fueron geniales, pues la mayoría regresaban a su sitio con una gran sonrisa. Acababan de descubrir sus talentos.
Pero sin dudarlo, el mejor momento lo crearon ellos, con sus sinceras muestras de gratitud, y la inmensa generosidad de quien te abre su corazón para compartir sus experiencias. GRACIAS POR VUESTRO REGALO!
Y a ti, lector, te invitamos a romper muros por el talento, a destruir prejuicios y a hacer que tus días cuenten ¿Te atreves?
Tu caja de talentos 